¿Qué es la adiposidad localizada y cómo eliminarla?

La adiposidad localizada es un problema que padecen muchas personas, de cualquier sexo y edad, aunque se aprecia una especial incidencia en la edad adulta. En este post te contamos qué significa exactamente este término y qué se puede hacer para eliminarla, siendo las ondas de choque uno de los métodos más efectivos para lograrlo.

Qué es la adiposidad localizada

La adiposidad localizada, que también recibe el nombre de ‘grasa localizada’, es la acumulación de adipocitos o células grasas en una determinada parte del cuerpo, afectando visiblemente al contorno corporal, puesto que aumentan el volumen de la zona en la que se alojan. Este fenómeno se produce cuando se ingieren más calorías de las que necesita nuestro organismo, de modo que este las almacena en una determinada parte del cuerpo.

Lo más habitual es que estos adipocitos se acumulen en el abdomen, especialmente en los hombres. Pero también es muy común que se almacenen en las caderas, sobre todo en el caso de las mujeres. Otras partes del cuerpo que pueden convertirse en depósito de células grasas son los muslos, los glúteos o la parte posterior del brazo.

Cómo eliminar la adiposidad localizada

Los remedios clásicos para eliminar la grasa localizada son la dieta hipocalórica y el deporte. Por medio de la dieta hipocalórica se alcanza una rutina de ingesta de alimentos bajos en calorías, de modo que el organismo irá paulatinamente quemando más grasas de las que llegan a él. Y haciendo ejercicio, se consigue un gasto extra de calorías, debido a que el organismo recurre a estas para producir la energía necesaria con la que realizar el esfuerzo deportivo. Sin embargo, en ambos casos la reducción de grasa es generalizada, es decir, no se centra en una parte concreta del cuerpo. Y para que los efectos sean visibles hay que mantener una gran disciplina y esperar al medio o largo plazo.

Desde el punto de vista cosmético y farmacológico, muchas son las cremas reductoras que aseguran ser efectivas contra la grasa localizada. E incluso se han desarrollado medicamentos específicos para atajar este problema. En línea con ello se puede citar la mesoterapia, que consiste precisamente en la administración de fármacos por vía intradérmica para desencadenar una movilización de la grasa hacia otros tejidos.

Sin embargo, las investigaciones científicas han encontrado otra solución más cómoda, rápida y segura en el mundo de la medicina estética: las ondas de choque, también llamadas ondas acústicas. Los dispositivos que las emplean trabajan directamente sobre el depósito de grasa, masajeando la zona sin necesidad de perforar ningún tejido corporal. Por tanto, es un método fácil y no invasivo que tampoco produce dolor ni molestias, resultando la opción más cómoda para los profesionales y la más respetuosa para los clientes.

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